El asedio

El asedio Recuerdo perfectamente aquella noche, cuando una llamada telefónica despertó a mi padre y nos pusimos en pie todos en casa. Yo era un niño y no podía sospechar lo que pasaba, pero sus preguntas de incredulidad y de sorpresa hicieron que me pusiese a temblar de miedo. Se lo acababan de afirmar: aunque…