Informe sobre la Catedral de Valencia, aprobado en Junta General de 9 Abril de 2019
En fecha 6 de Marzo de 2019 se recibió en esta Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, petición de informe sobre el proyecto de “recuperación de fachada de los absidiolos y cubierta cúpula del relicario. Catedral de Valencia”. La petición se realiza en razón de ser esta Academia institución consultiva de la Generalitat en materia de Patrimonio Cultural, de acuerdo con el art.7 de la Ley 4/1998 de 11 de Junio de Patrimonio Cultural Valenciano
Analizada la documentación correspondiente, se realizó una visita al lugar del proyecto el pasado 22 de Marzo por los académicos Joaquín Bérchez, Alberto Peñín, Francisco Taberner, Pilar Roig y Arturo Zaragozá, que fueron acompañados en su recorrido por el arquitecto autor del Proyecto, Salvador Vila. El académico Manuel Muñoz y el académico correspondiente Juan Calduch se añadieron posteriormente al debate de la correspondiente comisión celebrada el día 2 de abril de 2019. En virtud de las consideraciones realizadas se emite el presente
INFORME
1.- La iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Santa María de Valencia está declarada Bien de Interés Cultural con carácter de Monumento Histórico Artístico Nacional en virtud del real Decreto 3-6-1931 (G.M. 4-61931).
Conforme al Artículo 35 de la Ley 4/1998, de 11 de junio, del Patrimonio Cultural Valenciano las intervenciones en inmuebles y ámbitos patrimonialmente protegidos se ajustarán al siguiente régimen:
a) Toda intervención que afecte a un monumento, jardín histórico o a un espacio etnológico deberá ser autorizada por la consellería competente en materia de cultura, previamente a la concesión de la licencia municipal, cuando fuere preceptiva, o al dictado del acto administrativo correspondiente para su puesta en práctica.
2.- Antecedentes;
2014, febrero. Petición de autorización ante la Dirección General de Patrimonio Cultural para el proyecto de “recuperación fachada de los absidiolos y cubierta cúpula del relicario. Catedral de Valencia”
Se estima que la falta de respuesta durante mas de cuatro años por parte de la administración es incomprensible y supone una merma de los derechos del solicitante.
3.- Marco Legal: La Ley 4/1998 de 11 de junio del Patrimonio Cultural Valenciano, informa sobre los criterios de intervención en Bienes de Interés cultural, en los artículos 38 Criterios de intervención en Monumentos y Jardines Históricos y 39 Planes Especiales de protección.
1. Cualquier intervención en un monumento, jardín histórico o espacio etnológico declarado de interés cultural deberá ir encaminada a la preservación y acrecentamiento de los intereses patrimoniales que determinaron dicho reconocimiento y se ajustará a los siguientes criterios:
a) La intervención respetará las características y valores esenciales del inmueble. Se conservarán sus características volumétricas, espaciales, morfológicas y artísticas, así como las aportaciones de distintas épocas que hayan enriquecido sus valores originales. En caso de que se autorice alguna supresión deberá quedar debidamente documentada.
b) Se preservará la integridad del inmueble y no se autorizará la separación de ninguna de sus partes esenciales ni de los elementos que le son consustanciales …
c) Los bienes inmuebles de interés cultural son inseparables de su entorno. No se autorizará el desplazamiento de éstos sino cuando resulte imprescindible por causa de interés social o fuerza mayor, mediante resolución de la Consellería competente en materia de cultura y previo el informe favorable de al menos dos de las instituciones consultivas a que se refiere el artículo 7 de esta ley.
d) Podrán autorizarse, siempre que exista alguna pervivencia de elementos originales o conocimiento documental suficiente de lo perdido, las reconstrucciones totales o parciales del bien. En todo caso deberá justificarse documentalmente el proceso reconstructivo.
La reconstrucción procurará, en la medida que las condiciones técnicas lo permitan, la utilización de procedimientos y materiales originarios. El resultado deberá hacerse comprensible a través de gráficos, maquetas, métodos virtuales o cualquier técnica de representación que permita la diferenciación entre los elementos originales y los reconstruidos.
Artículo 39. Planes Especiales de protección.
e) Ninguna intervención podrá alterar el carácter arquitectónico y paisajístico de la zona ni perturbar la contemplación del bien. La regulación urbanística procurará además la recuperación de aquellos valores arquitectónicos y paisajísticos acreditados, que se hubiesen visto afectados con anterioridad a la declaración.
4.- La propuesta de referencia, remitida por el Cabildo Metropolitano a la Consellería de Cultura, con proyecto del arquitecto Salvador Vila Ferrer, propone: ” .. .la demolición de la cubierta del espacio entre las absidiolas y el muro exterior …
Se procederá a restaurar todas las afecciones del viguerío de madera sobre los paramentos de sillería que conforman las fachadas de los absidiolos … Tras la demolición de la cubierta, se procederá también a la demolición del muro, desmontando cuantos elementos de sillería y rejería se encuentren”.
“Al mismo tiempo se procederá a la liberación controlada de los tres ventanales de los absidiolos eliminando progresivamente cuantos añadidos impropios aparecen, siempre tomando las precauciones necesarias para no dañar las fábricas internas de los altares de las capillas absidiales, y se irán reintegrando todos los elementos faltantes de los mismos tomando siempre como referencia los ventanales de los absidiolos completos que se encuentran en la zona recayente a la Loggia”.
“Se pretende liberar la mayor parte de los ventanales tanto por el exterior como por el interior sin afectar a los retablos neoclásicos de las capillas absidiales, pudiéndose llegar a visualizar los ventanales en su parte superior a través de la falsa ventana actual situada en el remate del frontón de los altares. El resultado final al que se pretende llegar nos daría la composición de un cierre exterior de vidrio entre el parteluz y las molduras de jambas y arcos, tal y como fue en su origen”.
“Deberá completarse también uno de los contrafuertes que es de mayor longitud y que se encuentra truncado por la construcción del muro de cerramiento … se dejará inacabado todo su frente si no se obtuviera la información suficiente que se precisa para su completación”.
Se dotara de nueva cubierta, a modo de cúpula exenta de la capilla de las reliquias y se renovará completamente la capilla de San Jaime. Ésta “se dotará de una cubierta de piedra, imitando a la que tuvieran las capillas góticas adyacentes a ella, de modo que el resultado final sea uniforme en el conjunto de toda la cabecera gótica de la Catedral que es el objeto principal de la intervención”.
“El diseño del vallado metálico de forja de distintas secciones, se inspira en la reja metálica que tiene más próxima: la que protege la capilla de San Vicente en la Logia. Los detalles aparecen grafiados en los planos”.
“Por necesidades funcionales y de acceso para mantenimiento, la nueva valla consta de varias puertas situadas convenientemente tanto en la capilla de San Jaime como en cada una de las capillas góticas. Estas puertas serán susceptibles de albergar sendos vidrios de seguridad sujetos a bastidores por el interior del enrejado”.
Los criterios utilizados para estas propuestas son:
A)
“la recuperación de las fachadas de los absidiolos centrales de la cabecera, de sus ventanales y contrafuertes mediante la eliminación de todos aquellos elementos que actualmente constituyen añadidos impropios e innecesarios, así como la completación del tambor y la cubierta de la cúpula del Relicario, con la restauración de cuantos elementos arquitectónicos se vinculan a ellos”.
” .. .la ocultación centenaria de elementos originales de esta fachada primigenia de la Catedral, suponen la necesidad de llevar a cabo la intervención de todos y cuantos elementos forman parte de ella, restaurándolos y poniéndolos en la valoración patrimonial que les corresponde, para lo cual resulta imprescindible también liberarlos del muro y la cubierta que ocultan la mayor parte de ellos. Este muro y los anteriores que. aunque con diversas refracciones en el tiempo, lleva más de trescientos años deformando la visión de la bella composición del conjunto de la fachada de la cabecera de la Catedral”.
B)
La eliminación de todo el sistema de desagües, que viene llevándose a cabo desde el año 2005, y que estaba formado por canalones y bajantes de PVC y zinc,
5.- Conforme con lo expuesto y tras las visitas realizadas, es evidente que uno de los grandes problemas no resueltos de la fábrica actual de la catedral es el sistema de desagües de las cubiertas. La eliminación, desde los años sesenta del pasado siglo, de las cubiertas de teja añadidas durante la reforma clasicista del S. XVIII y con ellas de los denostados, pero prácticos, canalones y bajantes, devolviendo a las gárgolas medievales su función original, ha producido problemas no resueltos. En la cabecera las aguas han ido conduciéndose hacia el exterior produciéndose el choque en el encuentro entre las absidiolas y el muro exterior.
Por otra parte, la cubierta de estos espacios secundarios parece renovada hacia los años cuarenta del pasado siglo, carece de especial interés por su materia constructiva y su presencia desde el exterior es escasa. Considerando lo expuesto, se estima que su desaparición, respetando únicamente la parte que cubre el muro y, acaso, la parte de la cubierta de la capilla, permitiría conformar el nuevo sistema de desagües. Por lo expuesto no se vería inconveniente su desaparición.
Se estima, no obstante, que no cabe decir lo mismo del muro de fachada perimetral. Este muro está formado por una excelente fábrica de sillería en el basamento y recercados de ventanaje, con piezas de grandes dimensiones de perfecta labra, con hiladas continuas desde la sacristía medieval hasta la obra nova, sólidas rejas y ladrillo manual en los paños. Las comisas se resuelven con ladrillo aplantillado que retoma la molduración de gola o cima recta de la Obra nova. Es obra proyectada inicialmente por el arquitecto Vicente Marzo (1760 -1826) [simple_tooltip content=’Véase la inédita documentación referenciada en el anexo 1 º, procedente del Archivo Municipal de Valencia. Estos documentos fueron localizados y dados a conocer por el académico FRANCISCO TABERNER’][/simple_tooltip]. Este fue Director General de la Real Academia de BBAA de San Carlos el 31 de diciembre de 1802 por tres años, y de nuevo del 20 de junio de 1812 a 1814, corporación para la que realizó multitud de informes. También fue autor de importantes obras como el palacio de los condes de Parcent, el camarín de la basílica de Nuestra Señora de los Desamparados, o el altar mayor de la basílica de Nuestra Señora de la Merced de Barcelona. De él se dijo que fue “famoso arquitecto local y elemento principalísimo de la Academia”. Solicitó su jubilación en 1824. Le sucedió, con un proyecto idéntico, su discípulo Joaquín Thomás y Sanz (1769-1834) importante arquitecto académico, en palabras de Joaquín Bérchez, y Teniente Director de Arquitectura de la Real Academia de BBAA de San Carlos en esos años y Director desde 1833[simple_tooltip content=’BÉRCHEZ, Joaquín; CORELL, Vicente. Diseños de Arquitectura de la Real Academia de BBAA. de San Carlos de Valencia. COAVM, Valencia ,1981. PINGARRÓN-ESAÍN, Fernando, “La arquitectura del s. XVIII y primer tercio del s. XIX en la catedral de Valencia”, en CALLADO ESTELA; Emilio, La catedral ilustrada, Iglesia, sociedad y cultura en la Valencia del s.XVIII. Valencia, 2013.’][/simple_tooltip]. Es evidente que esta fábrica no puede considerarse, como se señala en la memoria del proyecto, como de “añadidos impropios e innecesarios” y que su irreparabledestrucción incumpliría el articulo 38 A de la Ley 4/1998, del Patrimonio Cultural Valenciano donde dice que se conservaran “las aportaciones de distintas épocas que hayan enriquecido sus valores originales”.
En este mismo sentido, cabe recordar que los criterios apuntados en la memoria que reitera los valores de “liberación ” y “repristinación” no son acordes con los planteamientos actuales de respeto a las distintas épocas y de la mínima intervención en los monumentos conforme indican la legislación vigente y las cartas internacionales sobre intervención en monumentos históricos. Cabe recordar que la ley del Patrimonio Cultural Valenciano es poco más que una traducción y puesta al día de las leyes españolas de 1933 y de 1985 que, como es sabido, fueron inspiradas por el gran arquitecto restaurador e historiador Leopoldo Torres Balbás. Este último fue manifiestamente contrario a las tendencias aislacionistas ochocentistas de algunas catedrales europeas y españolas. Por otra parte debe recordarse que, a su vez, Torres Balbás se inscribe en las tendencias de la carta del restauro italiana (1932) que promovió Gustavo Giovannoni que, a su vez, está en la base de toda la doctrina moderna de la restauración/conservación de monumentos [simple_tooltip content=’Entre la extensísima bibliografía sobre estos conceptos véase: CALDERÓN ROCA, BELÉN. “La herencia de Gustavo Giovannoni: estudio del”conservacionismo sincrético” de Leopoldo Torres Balbás a través de su faceta como historiador de la Arquitectura”.’][/simple_tooltip].
Estas consideraciones son especialmente aplicables a la catedral de Valencia. Puede recordase lo dicho sobre ésta en la ficha del Catálogo de Monumentos y Conjuntos declarados e incoados de la Conselleria de Cultura, Educación y Ciencia de la Generalitat Valenciana redactada por los académicos Joaquín Bérchez y Arturo Zaragozá.
” … El continuo proceder artístico y arquitectónico sobre su inicial estructura, sin duda, ha privado a esta catedral del carácter de monumentalidad tipológica y claridad de lectura que cabría esperar de un templo catedralicio. Pero, a su vez, quizá radique en esta prolongada diacronía arquitectónica que acompañó la concepción del recinto catedralicio su grandeza e interés. Acaso sea el símil literario del tapiz de Penélope el que mejor pueda describir el acontecer arquitectónico de la historia de la catedral de Valencia. En la narración homérica la obra realizada un día era deshecha por la noche y comenzada de nuevo al siguiente. Pues bien, tanto en las intencionalidades que descubre el rico archivo catedralicio como en las mismas realidades que ofrece su compleja y variada estructura, se evidencia que casi cada generación se propuso rehacer o ampliar el edificio conforme a nuevos y radicales ideales artísticos. Si la lectura histórica del edificio es, en este aspecto, considerablemente dificultosa, asombra que la catedral con este dilatado proceso edificatorio no sea una caótica acumulación de construcciones. En realidad es una admirable conjunción de muy diferentes arquitecturas y solamente la alta calidad profesional de los maestros que realizaron la obra explica tan insólito resultado” [simple_tooltip content=’BÉRCHEZ, Joaquín; ZARAGOZÁ, Arturo. “Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Santa María (Valencia)” .En el Catalogo de Monumentos y Conjuntos declarados e incoados de la Conselleria de Cultura, Educación y Ciencia, Valencia, 1995.’][/simple_tooltip].
En la misma línea podría añadirse igualmente la reflexión final de la tesis doctoral de Luis Cortés Meseguer, que lleva por título: La construcción del Proyecto Neoclásico de la Catedral de Valencia ( UPV, mayo, 2014)
” … A lo largo de la historia, en las grandes reformas que se han realizado en la Catedral se ha respetado la arquitectura existente y se han acoplado las distintas arquitecturas sin realizar demoliciones, salvo la reordenación de las capillas de las naves laterales en la renovación del siglo XVIII, cuya justificación podría venir establecida por la eliminación de derechos de enterramiento o de familias nobiliarias sobre ellas, entre otros. Recordemos las distintas obras a las que se hace mención: En la ampliación del último tramo de los pies en el siglo XV, Baldomar y Compte respetaron la modulación y la formas existentes en las naves principal y laterales, a excepción de detalles decorativos en ventanas, capiteles y basas de los pilares. A finales del siglo XVII Pérez Castiel tan solo hizo una bóveda tabicada para esconder las pinturas de las bóvedas y revistió con mármoles el presbiterio, sino que utilizó el mismo orden compuesto como orden mayor para reformar el total del interior de la Catédral. Además, respetaron al máximo la capilla del Santo Cáliz y sus dependencias anexas, de clara arquitectura gótica”. En el mismo sentido el profesor Bérchez subrayó que la renovación clasicista de Antonio Gilabert fue muy criticada en medios académicos del siglo XVIII ( Ponz, Ortiz y Sanz) por no haber derribado las bóvedas de crucería medievales [simple_tooltip content=’BÉRCHEZ, Joaquín, Los comienzos de la arquitectura académica en Valencia: Antonio Gilabert, Valencia 1987.’][/simple_tooltip]. El hecho de que Vicente Marzo realizara un proyecto para sustituir la puerta gótica de los Apóstoles por una obra neoclásica (lo que sin duda habría sido una perdida irreparable) no puede llevarnos a realizar el mismo error, a modo de una suerte de venganza.
Idéntica valoración del enriquecimiento que supone la conservación de las huellas de la historia de la catedral está reflejada en el Plan Director de la Catedral de Valencia, Coordinador: Luis Feo. Herrero García. Arquitectura: Rafael Soler Verdú. Planimetría: Esther Capilla Tamborero. Historia de la Arquitectura: Joaquín Bérchez Gómez. Arte: Yolanda Gil Saura. Arqueología: Concha Camps García. El documento no solo no contempla la demolición del muro sino que subraya que “No hay que buscar una sola Catedral, desde el punto de vista constructivo y estilístico, sino varias imbricadas en un único edificio, susceptible de ser analizado en relación con la arquitectura general valenciana en sus momentos más significativos” [simple_tooltip content=’Documento realizado para el Plan Nacional de Catedrales. Signatura Archivo: IPCE PD103, PD-104; PD-105; PD-106-1′][/simple_tooltip].
6. Otras consideraciones, más puntuales, corresponden a la idea subyacente en el proyecto de recuperación de fachada al considerar a la cabecera aislada con una limpia corona de capillas. Esta idea podría ser equivocada y no haber existido nunca. El profesor de historia medieval Eduardo Carrero Santamaría en “La catedral de Valencia, la liturgia desbordada”, ha señalado la presencia en la cabecera de una original contracorona de capillas externas con sus propios cementerios y enterramientos. De hecho por esta zona, un espacio entre casas canonicales, discurrieron buena parte de las procesiones capitulares entre las puertas norte y sur del transepto, es decir de la Almoina y de los Apóstoles. De hecho, la Obra Nova finalizada en 1566, fue una respuesta ordenada a lo que ya ocurría en la cabecera durante la Edad Media: la embocadura para capillas privadas en la zona baja y la tribuna para el clero en la alta[simple_tooltip content=’CARRERO SANTAMARÍA, Eduardo. “La catedral de Valencia, la liturgia desbordada”, en Arquitectura y liturgia, El contexto artístico de las consuetas catedralicias en la Corona de Aragón. Mallorca 2014.’][/simple_tooltip]. Una prueba conservada de estos usos son los arcosolios existentes en el extremo norte de la obra que se proyecta. La similitud de las pinturas de sus bóvedas (excelentemente conservadas gracias al muro academicista) con las del cementerio de San Juan de Hospital (que ahora se esta restaurando) permite retrotraerlas al siglo XIII o comienzos del XIV. También el plano de Valencia titulado Nobilis ac regia civitas Valentiae in Hispania (1608) de Antonio Mancelli muestra toda la cabecera ocupada [simple_tooltip content=’El único ejemplar del plano citado que conserva intacta y visible la zona del ábside de la catedral fue localizado en el Archivo Vaticano y dado a conocer en su día por el arquitecto José Luis Díez.’][/simple_tooltip].
La eliminación del muro exterior obligaría a recomposiciones de la embocadura de los arcosolios, de la capilla exterior de San Jaime y del remate de los contrafuertes. Considerando el mal estado general con el que salen las fábricas ocultas obligaría a recomposiciones que violentarían el valor de autenticidad del monumento. Es posible que una de las razones de la obra academicista del vestuario y relicario fueran los efectos del bombardeo napoleónico de 1812 que destruyó el palacio arzobispal. En el mismo sentido se estima igualmente inadecuado dejar en voladizo de apariencia constructiva inestable el contrafuerte recayente a la capilla de las reliquias. Su imposible equilibrio delata la presencia del hormigón armado. Podría repetirse en este caso el error de la calle del Miguelete donde, en otra intervención “en estilo”, se inventó una fachada que nunca existió tras el derribo de las casas canonicales, con una piel del monumento que en su mayor parte es de los años sesenta del siglo veinte, con elementos (portada, columna medieval) descontextualizados, difuminando el límite de las propiedades del Cabildo y plantando un jardín que provee generosamente de humedades a la catedral.
Entre las actuaciones de detalle se encuentran la recomposición y apertura de los ventanales de las capillas. La recomposición de estos, con elementos existentes, ciertamente permitiría una mejor lectura del absidiolo. No obstante, se estima que si se abrieran al interior romperían el único testimonio del revestimiento académico en el interior del templo. Transformarían, además, el espacio con el cambio de la iluminación de las capillas.
7. Considerando el encomiable y continuo esfuerzo del cabildo, así como el loable afán del arquitecto, por el mantenimiento, la mejora y la puesta en valor del edificio, queremos hacer constar que las reformas propuestas al proyecto aportado se realizan, no por capricho estilístico o corporativo, sino para su mejora. La irreparable demolición de una obra perfectamente conservada, cuyo expediente consta en el archivo municipal desde hace mas de doscientos años, realizado por un arquitecto importante, en aras de la unidad de estilo, es de impensable autorización. Se estima que la solución que cumple todos los requerimientos legales, de criterios estéticos actuales, de rapidez de ejecución y de ausencia de imprevistos en la obra es la del mantenimiento del muro-fachada clasicista. También es la más económica. El ahorro facilitaría las otras actuaciones urgentes que el cabildo, según nos consta, tiene previstas.
Destacando de modo urgente la restauración de la Capilla Relicario de dicha catedral, inmediata al muro exterior y gravemente afectada por la filtración de aguas señaladas, con las pinturas y decoraciones de estuco de su calota prácticamente destruidas por las humedades filtradas. Peligrando a su vez las magníficas pinturas de los tres grandes armarios que guardan las reliquias de la Catedral, obras del importante pintor Miguel Parra. Habrá que recordar que dicha Capilla Relicario así como la inmediata Aula Capitular nueva, realizadas por el mencionado Joaquín Tomás y Sanz en el año 1826, es decir en fechas coetáneas a la del muro absidal, objeto de este informe, es una de las expresiones más acabadas (y también la última) del episodio clasicista que vivió la catedral de Valencia, no sólo en su singular piel ilustrada arquitectónica, también en las numerosas capillas perimetrales construidas de nueva planta, durante cinco décadas a caballo entre el siglo XVIII y XIX, testimonios pues de lo que fue en su momento la más contundente expresión neoclásica de las catedrales españolas de su tiempo.
Cabe recordar que Miguel Parra (Valencia, 1780-Madrid, 1846) estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, con Benito Espinós y Vicente López, que llegaría a ser su cuñado. Fue notable retratista. Llegó a ser profesor de la Escuela de Bellas Artes de San Carlos y pintor de cámara de los reyes Femando VII e Isabel II, siendo encargado de formar el Museo Provincial de Valencia, donde se encuentra una buena parte de su obra. La impermeabilización de esta zona deberá realizarse con la solución que ofrezca la mayor seguridad.
Estimamos que es necesario abordar y resolver el problema de la evacuación del agua mediante una solución que, además, permitiera la adecuada iluminación del espacio entre las absidiolas y el muro exterior, así como las visitas arqueológicas guiadas a la zona. No obstante, La visualización de la forma del ábside en sus diferentes épocas e hipótesis (además de intuirse desde la Almoina y a través de las ventanas enrejadas del muro) seria fácilmente explicita mediante tecnologías electrónicas actuales, como ya se hace, gracias a la acertada iniciativa del cabildo, en la didáctica interior de la catedral. Consideraciones todas ellas que pudieran incorporarse a un nuevo proyecto que mantuviera el muro de fachada y acometiera la limpieza y puesta en valor de todos los absidiolos, objetivo último de la propuesta que se presenta.
Valencia, 2 de abril de 2019
Por la Sección de Arquitectura
de la Real Academia de BBAA de San Carlos de Valencia
ANEXO
1.-Archivo Municipal de Valencia. Expediente del plan de la plaza de la Almoina. 1816. Foto Francisco Taberner
Retrato de Vicente Marzo, Real Academia de San Carlos de Valencia
Proyecto del camarín de la basílica de Nuestra Señora de los Desamparados. Foto Pilar Roig
2.-Detalle del plano Nobilis ac regia civitas Valentiae in Hispania (1608) de Antonio Mancelli. Archivo Vaticano.1608
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